La primordial función del sistema muscular es la de ocasionar movimientos tanto ligeros como bruscos de forma voluntaria y así mantenerte con vida. Estos movimientos implican toda acción que tu cuerpo realice.
Entre los músculos que determinan este sistema tenemos:
Los músculos esqueléticos que protegen los órganos
Cabe resaltar que los músculos abdominales protegen los órganos vitales, por consiguiente la cavidad abdominal no está protegida por huesos. Por otra parte la caja torácica protege los pulmones y al corazón.
Entre tanto los músculos oblicuos situados a los lados del torso, el músculo recto mayor y el músculo transverso del abdomen resguardan los órganos que se encuentran en la parte frontal y a los costados.
En consecuencia la zona lumbar, el músculo cuadrado lumbar y el músculo psoas se expanden desde la parte inferior de la caja torácica hasta llegar a los huesos pélvicos, resguardando los órganos que se encuentran en la parte trasera de la cavidad abdominal.
El músculo cardíaco que bombea sangre
El músculo cardiaco se contrae de manera involuntaria controlado por el sistema eléctrico del corazón, teniendo o no influencia de los factores de la sangre.
Evidentemente el corazón es el encargado de recibir la sangre de los músculos para luego bombearla a los pulmones, por consiguiente se dirigen luego a las arterias para mantener todo el cuerpo alimentado.
El músculo liso se encarga de promover la digestión
Este músculo se sitúa en el estómago como también de los intestinos; su función es procesar los alimentos consumidos.
Estos músculos tienen contracciones involuntarias que originan la digestión trasladando los alimentos hacia el tracto digestivo y conduciendo los no digeribles hacia el recto.
El músculo liso proporciona el flujo sanguíneo
Las paredes de los vasos sanguíneos están compuestas por músculos lisos. En efecto, el corazón tiene sus contracciones y las arterias se difunden aceptando la sangre.
Por consiguiente estos músculos lisos se contraen estimulando la sangre para que haga su recorrido en todos los sistemas de vasos sanguíneos del cuerpo, para que posteriormente la sangre impulsada desde las arterias hacia los capilares se retorne al corazón.