Si una personas padece una infección urinaria más de tres veces cada año o en intervalos de seis meses, se considera que padece una infección urinaria crónica. Esto es muy molesto y aun que se puede tratar, conlleva mucha más dificultad.
Normalmente, una infección urinaria se puede curar con la medicación adecuada, normalmente antibióticos y cura a los pocos días. En una infección urinaria crónica, sin embargo, hay que tomar otro tipo de medidas de diagnóstico. Esto también puede incluir una cistoscopía para ver lo que sucede.
Incluso en el peor de los casos, los tumores pueden ser la causa. Esto, sin embargo, otras medidas de diagnóstico, como se dijo, son necesarias.
Los síntomas de las infecciones crónicas del tracto urinario son los mismos que las de una infección urinaria normal con la única diferencia del número de veces que se suceden. Es necesario también conocer que no son contagiosas.
Además de la cistoscopía, hay otras medidas que también son consideradas para el diagnostico de la infección de orina. Estos incluyen análisis de orina, ecografía y pruebas de enfermedades de transmisión sexual.
De manera similar, un diagnostico estructural siempre es útil para ver si el tejido cicatrizal es responsable de los problemas en el tracto urinario.
Las infecciones recurrentes del tracto urinario, también se pueden tratar de prevenir. Esto requiere que el médico inicie la acción apropiada. Además de los líquidos frecuentes, también en algunas ocasiones pequeñas dosis de antibióticos son necesarias.
El jugo de arándano también es un remedio casero probado por sus numerosas propiedades diuréticas. Del mismo modo, una perfecta higiene es necesaria, especialmente después del coito.