¿Por qué no podemos vivir sin intestino delgado?

El intestino delgado es un órgano increíblemente vital y necesario para la subsistencia del cuerpo humano. Este se encuentra localizado en el sistema digestivo y se encarga de proporcionar los nutrientes necesarios al sistema biológico.

No podemos vivir sin el intestino delgado porque es quien proporcionará todos los minerales y sustancias necesarias a la sangre.

Además, es él quien permite el funcionamiento del intestino grueso, por ende, el del sistema digestivo.

Descomponedor de los alimentos

El intestino delgado es fundamental para realizar la digestión dentro del organismo.

No podemos vivir sin intestino delgado, puesto que este gestiona el proceso de descomposición de las sustancias de todos aquellos alimentos que se ingieren, para que de esta forma sea más fácil la absorción de los distintos minerales en el cuerpo.

A su vez, las convierte en moléculas que son absorbidas rápidamente.

Conductor de minerales

El intestino delgado funciona como un órgano conductor de minerales que son dirigidos directamente al organismo en cuestión.  Este al finalizar las descomposición envía las moléculas a que sean absorbidas rápidamente por la sangre.

Por esta razón, no podemos vivir sin intestino delgado, ya que no habría forma de que cada uno de los organismos del cuerpo humano pueda obtener todas las sustancias, vitaminas y minerales que requiere, puesto que la sangre no se los proporcionaría.  Lo que generaría un gran problema en el funcionamiento de estos.

Suministro de otros órganos

Del mismo modo, el intestino delgado es quien le suministra a otro órgano, el intestino grueso, qué realizar.

Es este quien le ayuda al intestino grueso a ejecutar su correcto funcionamiento, el cual es hacer que todas las demás partículas que no son utilizadas por el intestino delgado sean desechados sin problema alguno por él.

Cada materia que se encuentra en el intestino grueso es enviada directamente por el delgado.  Desde luego,  esta es otra razón por la que no podemos vivir sin el intestino grueso.