Las vértebras son treinta y tres huesos de variados tamaños y formas que conforman entre toda la estructura de la columna vertebral. Cada una de ellas tiene una función de acuerdo a su ubicación, forma y otras características.
Estos son huesos de muy alta resistencia y fuerza, que soportan y suavizan todo el peso del cuerpo, además de permitir y proteger el paso de la médula espinal.
Cuerpo y agujero vertebral
Se le conoce como cuerpo vertebral a una sección que tiene forma más o menos cilíndrica y es la parte más ancha y robusta de la vértebra. Es en esta zona donde se concentra el peso que debe cargar la vértebra, amortiguado por el disco intervertebral cartilaginoso.
La vértebra posee luego un agujero que coincide con los agujeros de las siguientes vértebras para formar un canal. Por este canal pasan los nervios que conforman la médula espinal y comunican el cerebro con el resto del cuerpo, así como diversas venas y arterias de gran importancia.
Apófisis articulares
Las apófisis articulares se encuentran ubicadas en los costados del agujero vertebral a modo de protuberancia óseas. Las apófisis están conectadas entre sí a lo largo de la columna vertebral de manera que permiten, como su nombre lo indica, la articulación de la misma en todas direcciones.
Son cuatro las que se pueden observar por cada una de las vértebras, dos en el área superior del hueso, y dos en el área inferior. Encajan de manera perfecta una con el siguiente superior y la siguiente inferior y esto le da movilidad a toda la columna.
Canal medular
Este canal está conformado por el agujero vertebral que se encuentra en cada uno de los huesos de la columna vertebral. A través de este agujero se encuentra ubicada la médula espinal.
Lo que denominamos médula espinal es tan sólo el conjunto de nervios y ramificaciones que trasladan las señales del cerebro hacia el torso y las extremidades.