El sistema cardiovascular ejerce como un motor clave para la subsistencia del organismo, sin este, el cuerpo no podría mantenerse. Porque, su asombrosa extensión de venas y arterias que confluyen en el corazón, son las que nos mantienen vigorosos.
También conocido como sistema circulatorio, cumple con facilitar el flujo de la sangre en nuestro cuerpo.
La sangre, es un tejido líquido que circula por todo este sistema, llevando oxígeno y varios nutrientes a nuestras células. Pero, en este artículo encontrarás más información.
Definición de sistema cardiovascular
Propósito
La finalidad del sistema cardiovascular es proporcionar oxígeno a cada parte de nuestro cuerpo. Esto, incluye músculos, órganos y tejidos diversos; igualmente, se lleva el dióxido de carbono y desechos para ser impulsados al exhalar.
El oxígeno, es un componente vital para nuestra existencia y, paradójicamente, es un elemento clave en los procesos de oxido-reducción que nos hacen envejecer. Sin embargo, prepara a nuestro organismo para resistir el gasto energético.
Composición
Para los seres humanos, el sistema cardiovascular se compone de capilares, venas, arterias, corazón y claro, sangre. También, es conocida por los expertos como hemoglobina y está compuesto por glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma sanguíneo y plaquetas.
El corazón, principal componente del sistema cardiovascular humano.
Continuamente se está efectuando el transporte de oxígeno, anticuerpos, nutrientes y coagulantes. Los capilares ayudan a intercambiar sustancias con otros tejidos.
Luego, las venas y arterias hacen fluir y confluir la sangre del corazón al cuerpo y nuevamente, al corazón, para limpiar la sangre.
Mega filtro
Como llega a cada parte de nuestro organismo, hay que dejar clara una gran diferencia. Pues, son las arterias las que envían sangre oxigenada por todo el organismo hacia los capilares y allí, puede adherirse a las células.
Las venas, por su parte, recogen los desechos y la sangre desoxigenada para llevarla al corazón.
Vasos sanguíneos del sistema cardiovascular.
Allí, se realiza un intercambio entre oxígeno y dióxido de carbono con los pulmones, así, nuestro sistema cardiovascular funciona como un perfecto filtro.
Lo mejor, es que el oxígeno es abundante en nuestra atmosfera y proporcionado por las plantas para ingresar por nuestro sistema respiratorio. Por eso, cada respiración nos limpia literalmente, desde adentro.
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