A diferencia de los adultos, el sistema óseo de los bebés no está del todo estructurado. Esto se debe a que durante la etapa en la que se encontraba en el útero fue necesario un esqueleto mucho más blando y flexible que le permitiese plegarse dentro del útero materno.
Posteriormente, cuando se encuentra en el mundo exterior su cuerpo halla nuevas exigencias y debe deshacerse de ese esqueleto blando para formar uno más duro y rígido el cual permita sostenerse por sí mismo y soportar los impactos que pueda recibir.
Los huesos del bebé
En el transcurso del primer año de vida los huesos del bebé siguen diferentes comportamientos.
En contraste con el sistema óseo de la edad adulta constituido por 206 huesos, la estructura ósea del bebé está conformada por 270 huesos.
De estos 270 huesos algunos de ellos se fusionarán para formar huesos únicos, de esta forma se va reduciendo progresivamente la cantidad de huesos en el cuerpo. Por ejemplo, la bóveda craneal pasa de tener 45 huesos a 22.
Pero no todos se fusionan
Existen algunos huesos que en lugar de ser la unión de otros, son creados desde cero. Esto ocurre en las articulaciones que necesitan de mayor movimiento y precisión; tobillos y muñecas.
De la niñez a la edad adulta
No es hasta la edad adulta que los huesos se endurecen en su totalidad. Por esta razón durante gran parte de la vida de una persona sus huesos continuarán siendo bastante flexibles. Además del endurecimiento, los huesos seguirán creciendo hasta alargarse mucho, esto ocurre sobre todo con los huesos de las extremidades.
El movimiento de las costillas al respirar
En los bebés, es normal que al momento de respirar las costillas se muevan mucho, pero esto es normal puesto al tener éstas pocos minerales, no ofrecen demasiada resistencia a los movimientos respiratorios.
Las piernas arqueadas
Esto se debe a la flexibilidad de la masa ósea, resulta bastante evidente sobre todo en los huesos de las extremidades.
Zonas latentes en la cabeza
Se les conoce como fontanelas; espacios no sellados que se dan entre los huesos de la bóveda craneal. Las fontanelas son necesarias para que el bebé pueda recorrer el canal vaginal hasta salir del cuerpo de la madre.
Como ya hemos visto, existen marcadas diferencias entre el sistema óseo de una persona adulta y la de un recién nacido, aunque con el desarrollo evolutivo su cuerpo se acoplará a los estándares del sistema óseo.