El aparato reproductor femenino está compuesto por una gran cantidad de órganos. Todos ellos tienen una función específica dentro del acto sexual y al momento de dar a luz.
Por tal motivo se deben conocer bien cada uno de estos para saber qué hacer en caso de alguna incomodidad. O incluso para saber cuál es el área afectada por cualquier estímulo que se reciba.
Hablando sobre el aparato reproductor femenino externo
Nos centraremos a lo largo de este artículo solamente en los órganos externos del aparato reproductor femenino. Estos genitales son principalmente el monte de Venus, los labios mayores, los labios menores, las glándulas de Bartolino y el Clítoris.
Tienen diversas funciones pero pudiéramos señalar las prioritarias como lo son permitir la entrada de los espermatozoides en el organismo interno, proteger a los órganos internos de cualquier agente peligroso proveniente del exterior y proporcionar placer sexual a la mujer en cuestión.
Conozcamos los órganos externos
El monte de Venus es una prominencia redondeada de un tejido algo grasoso que cubre el hueso púbico. Al momento de nacer las mujeres no tienen vello en la zona, pero cuando ocurre la pubertad esto cambia. Contiene diversas glándulas que liberan diversas sustancias que terminan actuando como feromonas para participar en la atracción sexual.
Los labios mayores son una especie de tejido algo voluminoso que protege y encierra el resto de los órganos genitales externos. Estos tienen diversas glándulas que ayudan a lubricar la zona al momento del acto sexual. Al igual que el monte de Venus al llegar a la pubertad comienza a aparecer vello en su superficie.
Importancia de estos órganos externos
Los labios menores son mucho más pequeños que los anteriores y pueden medir hasta 5cm de ancho. Se encuentran dentro de los labios mayores y rodean las aberturas de la vagina y la uretra.
Son de color algo rosado debido a la acumulación de vasos sanguíneos en la zona. Durante el acto sexual estos se congestionan generando así una mayor sensibilidad a cualquier estímulo.
Las glándulas de Bartolino se encuentran a ambos lados de la abertura vaginal y se encargan de lubricar la vagina durante el coito.
El clítoris se encuentra en la unión superior de los labios menores y es una pequeña protuberancia equiparable al pene del varón. Es muy sensible ante cualquier estímulo y debido a ello puede provocar el orgasmo en la mujer.