Se conoce que el sistema locomotor está relacionado directamente con el sistema óseo y muscular.
Lo que no pensamos es que también interfiere de manera indirecta en otros sistemas como el sistema circulatorio, el sistema digestivo y hasta el respiratorio.
Sistema circulatorio
Este sistema se basa principalmente en el constante movimiento de la sangre alrededor de nuestro cuerpo. Llevándola de un lugar a otro con fluidez e impulsadas por el corazón.
Cuando no fluye correctamente la sangre, bien sea por que se estanca o simplemente no deja de pasar por alguna zona de nuestro organismo, se imposibilita la actividad del sistema locomotor ya que sin corriente de sangre los músculos se atrofian, es decir, se contraen y no son capaces de estirarse o expandirse para así moverse.
Cuando la sangre vuelve a desplazarse con normalidad solemos sentir un cosquilleo y se debe a los esfuerzos que hace el sistema locomotor por realizar sus movimientos.
Sistema digestivo
Se suele imaginar que son sistemas totalmente diferentes el digestivo y el locomotor ya que sus funciones no se parecen entre sí, y aunque es difícil su relación se afectan indirectamente en el otro y causan un desequilibrio en cada uno.
Esto lo podemos apreciar mejor con ejemplos, mientras caminamos no podemos hacer la función de alimentarnos con comidas tan importantes como el almuerzo, ya que si estamos en constante movimiento se crea lo que conocemos como una indigestión.
Cuando nos encontramos rebosantes en cuanto a lo que comimos se sugiere guardar un pequeño reposo y no hacer actividades donde forcemos al sistema locomotor, ya que esto puede causar una inmovilidad del mismo.
Sistema respiratorio
Si nuestro sistema respiratorio no se encuentra totalmente sano, cuando realizamos movimientos con el sistema locomotor que requieran mucha energía, este presentara dificultades para realizarlos llevando así a la incomodidad en el organismo de las personas.