Enfermedades del sistema linfático

Es fundamental tener en cuenta que, el contenido de nutrientes que componen la sangre se encarga a su vez de nutrir todas las células de nuestro organismo con vitaminas, minerales y oxígeno.

En fin, la linfa de los tejidos el cual es rico en nutrientes; se filtra por las finas paredes de los capilares sanguíneos, posibilitando la eliminación y nutrición de los residuos tisulares.

Conviene conocer esta información para aprender a cuidar nuestro sistema linfático.

Enfermedades del sistema linfático

¿Cuáles son las enfermedades que afectan al sistema linfático?

Algunas de las enfermedades que afectan al sistema linfático son las siguientes:

El linfatismo; se caracteriza por el desarrollo desproporcionado de tejido linfático, lo cual disminuye la resistencia hacia las infecciones. Se puede decir, que las personas son más propensas al asma, adenoides y al catarro bronquial.

La linfadenitis; consiste en una inflamación crónica o aguda de varios ganglios linfáticos, lo cual se origina, mediante una infección previa, ya sea por un absceso, una herida contaminada entre otras. Por consiguiente, estas bacterias se trasladan a través del torrente sanguíneo llegando a los ganglios regionales y es allí cuando se origina la inflamación.

La linfoadenoma o enfermedad de Hodgkin; este consiste en un cáncer primitivo del tejido linfoide, el cual es caracterizado por la manifestación de células de Reed-Sternberg en los ganglios a parte de los tejidos perjudicados.

La linfangitis; esto se debe cuando los vasos linfáticos se inflaman de manera crónica o aguda, ocasionado por una bacteria incrustada en la circulación linfática mediante heridas, lo cual provoca dolor en el vaso afectado y fiebre.

La linfangioma; proviene de un tumor semejante al angioma sanguíneo con la diferencia de que este es de linfa y no de sangre. En otras palabras se estructura por una neo-formación de vasos linfáticos y no de sangre.

La Linfangectasia o Elefantiasis; es cuando un vaso linfático se dilata ocasionando una detención de la linfa que transita en el interior. Dicha detención de la linfa, causa un crecimiento notable de tipo paquidérmico, tanto de la piel como del tejido subcutáneo.


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